Poeta Virtual
Crecí bajo un flamboyán,
al que llamábamos trueno.
Yo jugué bajo su sombra
nunca olvido esos recuetdos.
Cuando con sus vainas secas,
conocidas por chack, chack,
cantaba canciones bellas
dedicadas a mamá.
Sus flores anaranjadas,
adornaron nuestra casa,
eran guirnaldas preciosas
que adornaban verdes ramas.
Con el tiempo se fue el árbol,
por los caminos urbanos,
hoy solo queda el recuerdo,
los que acompaño con llanto.
Lo mismo pasa quizás,
por ahí por Madagascar.
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