Sonetos octosílabos
No hay como el matutino que le dicen mañanero. Despacito, despacito, se desliza por el cielo. Tiene magia tempranera en verano o primavera. Para mi es más que un lucero, Es un regalo divino Cuando el alba pinta el cielo, ¡ilumina mi camino! al caminar con anhelo, ¡Quiero tenerte conmigo! para que asustes mis miedos Sakertí nixtamalero!