Niña de montaña

Estoy hechizado por una princesa con su piel morena, que tiene el color y el brillo de arena que adornan los ríos que surcan mi tierra desde la montaña a las tierras bajas. ¡Estoy hechizado! Por los ojos chicos que guardan luceros que robó a la noche las luces del cielo y echó en su matate tejido con sueños y el sol de montaña, por los cafetales de las tierras altas. Estoy hechizado por cuerpo de diosa forjado en veredas que dan a las vegas sembradas de mangos y de limoneros. Quiero acariciarla y aunque sea un momento dormirme en su seno. Y despertar mañana sin más que recuerdos. Siempre compañeros en mis días feos Y volverlos bellos.